Cuando aún no había nacido ... no tenía que escribir ...
Cuando estaba en la primaria mi madre me hacía estudiar a su lado, me enseñó a leer respetando las pausas que las comas, puntos y puntos y comas exigían - aunque nunca sepa colocarlos en el lugar adecuado - también me enseñó ortografía con las tildes apropiadas y las agudas, graves y esdrújulas. También intentó enseñarme caligrafía y aún considerando que ella tendrá la letra más hermosa que jamás haya visto ... fue algo que nunca aprendí ...
Cuando aún no terminaba la primaria quise escribir un libro y como no era bueno con la máquina de escribir intenté hacerlo a mano y como no era bueno escribiendo no pasé de la primera página que trataba sobre ya no me acuerdo ... ese fue el final de mi carrera en la literatura.
Cuando estuve en el colegio me sentí más inclinado a los números que a las letras ... luego descubriría que durante todos esos años tuve mejor promedio en las letras que en los números.
Cuando estaba en la secundaria nunca leí la literatura clásica que nos pedían leer ... leía los libros que encontraba interesante en casa ...
Cuando postulé a la universidad sólo fui con una idea al examen de admisión : no contestar ninguna pregunta de gramática - ni siquiera leerlas - y dedicar ese tiempo en contestar otros temas ... así lo hice e ingresé al primer intento dos meses después de terminado el colegio.
Cuando estaba trabajando - y no trabajaba - le mandaba e-mails a mi ahora madrina tocaya en nombre y cumpleaños de mi esposa y a la amiga a la que le decía que nunca me atrevería a confesarle que era mi amor platónico y donde mi poesía fallida se convertía en prosa que rimaba, les causaba gracia y me animaban diciendo era bueno escribiendo.
Cuando estaba trabajando - y trabajaba - solía escribir documentos sin apresurarme en ser breve, sin descuidar la ortografía , sin saber donde colocar los puntos, comas y puntos y comas ... donde mi gramática se limitaba a concordar género y número.
Cuando no estaba trabajando - y no tenía que ir a trabajar - paseaba por las librerías para no comprar los libros que todos compraban ... sólo paseaba por cada rincón hasta que encontraba aquel libro que me llamaba y me decía al oido "léeme"
Cuando estaba en el bowling, escribí un e-mail a manera de boletín contando historias - en tono de broma - sobre nuestro bowling, se lo mandé a dos, tres amigos y a los pocos días el NotiBowling era conocido y causaba gracia a todos los que frecuentaban la bolera ... aparecieron más ediciones cada una tan celebrada como la anterior , creo que no tengo copia de ninguna de ellas.
Cuando Mili era sólo mi enamorada - hoy también es mi esposa , valga mi redundancia - le mandaba cartas que escribía antes en borrador y las repasaba, editaba , cambiaba, eliminaba y luego volvía a repasarlas, editarlas, cambiarlas, eliminarlas ... mi poesía fallida se convertía en prosa que rimaba. Yo sólo sé de la alegría que le causaba cuando leía esas cartas.
Cuando ya habían pasado un par de meses desde que empecé a bloguear leo los blogs de los que anotan en Moleskines me enteré de sus discusiones, me enteré de sus peleas y no las entendía más que aquel que disfruta la pelea que no entiende. Y para defender el hecho de que ni siquiera tenga falta de tinieblas me alegré de no ser parte de la pelea y de no entenderla y de no tener un Moleskine.
¡Ah, mi estimado Quique! Felicítame a tu madre... Gracias a ella puedo (como pocas veces) disfrutar de uno de mis blogs favoritos sin encontrarme con horrores ortográficos en el camino...
ReplyDeleteCómo comenté en otro lugar, estoy seguro que Marta Hildebrant envidiaría tu buen escribir. Ahora sé a quién se debe...
Saludos
ReplyDeleteComenzaré por el final ¿Qué es el Moleskine? (de todas formas, ahora recurro al llamado "google" a ver qué me cuentan los resultados).
Me ha gustado el contenido de esta entrada, es un buen escrito sobre el escribir... Sobre "SU escribir"...
Siga con ello ;)
hasta Luego.
Hola Quique:
ReplyDeleteTienes una buena redacciòn castellana y por lo que has descrito, ha sido propiciada por una influencia positiva en casa. Yo no tuve tanta suerte, pues, mi lengua materna no es el castellano ni el japonès porque soy nisei, es decir que mi influencia en casa consistiò en una extraña mezcla de japonès, Okinawa hoguen y un pèsimo castellano.
Y de mi rudimentario inglès mejor no hablamos.
Saludos.